Empezar un año generalmente es sinónimo de predicciones y nuevas oportunidades para replantear nuestros hábitos, sobre todo pensar en el mundo digital, ya que cada vez toma una mayor importancia la ciberseguridad.
Una seguridad adecuada debe estar más aislada del riesgo de robo de identidad y pérdida financiera. Según ESET, empresa de seguridad informática, hay estafas que alcanzaron un costo récord de US$56 billones en 2020, por otro lado, en el informe de SonicWall, “En 2021, se registraron casi 500 millones de ciberataques de este tipo, 148% más al compararse con 2020”.
Uno de los segmentos que usualmente es el más afectado, probablemente seguirá estando en la mira de los cibercriminales es el sector bancario. Digiware lo invita a dejar atrás los siguientes malos hábitos y así disminuir los riesgos digitales, que pueden ir desde el robo de información hasta la suplantación de identidad.
- Utilizar un software obsoleto: Las vulnerabilidades en los sistemas operativos de los dispositivos, navegadores y otro software son una de las principales formas en que permiten ataca los ciberdelincuentes. Es por esto, que la función de actualización automática de software debe estar activada en cada dispositivo.
- Tener mala higiene de contraseñas: El uso de la misma contraseña y credenciales fáciles de adivinar para varias cuentas proporciona una gran ventaja para los ciberdelincuentes porque tienen software para probar variantes comunes e intentar utilizar contraseñas pirateadas de otras cuentas. Por lo tanto, se recomienda utilizar un administrador de contraseñas y habilitar la autenticación de dos factores cuando sea posible.
- Phishing: esta es una estrategia en la que los atacantes intentan engañar a los usuarios para que hagan clic en enlaces maliciosos. En este caso, se recomienda pensar dos veces antes de hacer clic y verificar el remitente del mensaje.
- No usar seguridad en todos los dispositivos: es necesario obtener protección anti-malware de proveedores acreditados en las PC y portátiles de todos los usuarios.
-Compartir el trabajo y la vida personal: durante la mayor parte de los últimos dos años, muchos de nosotros hemos pasado mucho tiempo fusionando una línea que alguna vez estuvo claramente definida entre nuestro trabajo y nuestra vida personal. Las cuentas de trabajo no deben mezclarse con cuentas personales, porque si una de ellas es hackeada, la seguridad de la red de ambas se verá comprometida.
-No realizar una copia de seguridad: el ransomware causa cientos de millones de dólares en pérdidas a las empresas cada año. Por lo tanto, a veces es fácil olvidar que todavía existen variantes al acecho entre los consumidores. Si la seguridad del dispositivo se ve amenazada, es posible que se pierdan todos sus datos digitales. Por lo anterior, se recomiendan las copias de seguridad periódicas.
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Fuente: ESET
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